Ya desde mi primer viaje a la Patagonia, allá por 1973, llegamos con un amigos hasta Punta Tombo. Un espectáculo increÃble. El camino de tierra y arena que cruzaba la pingüinera era un gran espectáculo de pingüinos magallánicos caminando hacia el mar o volviendo al nido para dar de comer a los pichones. Cada tanto encontrábamos un pingüino muerto que habÃa sido pisado por algún vehÃculo.
Era nuestro primer contacto con ellos y bajamos muy despacio para no espantarlos. A los pocos minutos, tuvimos pingüinos estudiándonos a nosotros. Era enero y los pichones estaban bastante grandecitos. Una experiencia inolvidable. Me hice fanático de los pingüinos y gracias a mi condición de navegante me dediqué a juntar fotos de las diecisiete especies de pingüinos que hay en el mundo. Era una obsesión.
Pero el "Emperador" me cautivó por su estampa de realeza y, más profundamente, como empolla y pasa el invierno en la Antártida cuidando del pichón, como lo hace antes con el huevo sobre sus patas, para que no se congele aguantando fuertes tormentas durante la larga noche polar.
Asà fue el origen de PROYECTO PINGÃœINO. Encargué un molde para poder reproducir en tres dimensiones un pingüinos emperador en fibra de vidrio más o menos de una altura real. En ese entonces, ya estaba funcionando la GalerÃa de Arte del Museo MarÃtimo y me imaginé una guardia de pingüinos, pero de colores. Gabriela Pertovt me dio inicio con la etapa de intervenciones y luego continuaron otros artistas amigos.
Se fue convirtiendo en una colección que tiene que ver con el lugar, con nuestra Provincia, y con Ushuaia como la Capital del Territorio Antártico Argentino.
Mucha gente quiere comprarlos, pero eso queda a decisión del artista, dado que le pedimos, si lo vende, que pinte otro.
Están siempre en exposición dado que, además de ser una obra de arte, el espacio que ocupan es mÃnimo y la gente los respeta mucho. No han sufrido vandalismo, más que nada actos de cariño.
Ahora, si no están, la gente los pide y a mà mismo me pasa que los busco. Ya son del equipo del Museo MarÃtimo de Ushuaia.
Carlos Pedro Vairo
En 2005 participa del Salón Nacional de Artes Visuales Boca 100 años y obtiene el segundo premio.